Semana del 30 de setiembre
al 6 de octubre
Reflexión
En esta semana llegué a conocer conceptos muy interesantes como el paisaje sonoro, este nos invita a percibir el mundo con el oído, es como aislar el resto de los sentidos y escuchar atentamente qué hay en un lugar específico. Al apreciar un paisaje con la vista resulta sencillo destacar todos los elementos que lo componen porque solo se debe observar, por ejemplo, si se observa un campo entre las montañas, probablemente se podrán divisar montañas, un atardecer entre los árboles, algunos animales como aves; pero, cuando se quiere apreciar un paisaje sonoro se requiere mayor disposición.
En cambio, si se estuviera dentro de este paisaje, con los ojos vendados, ¿cuáles sonidos prodríamos escuchar? ¿Será posible que la descripción auditiva de este lugar se acerque a la descripción visual? Todo depende de nuestra capacidad de discriminar los sonidos y de prestar atención al silencio que se percibe, porque en realidad no hay silencio para un oído atento. Murray Schafer definió esto como un campo sonoro total.
A mi parecer, es encantador percibir el mundo con los oídos porque se obtiene una perspectiva totalmente diferente. Al realizarlo, se alcanza un nivel de armonía entre la parte cognitiva y la sensorial que nos permite interpretar el espacio que nos rodea.